martes, 27 de mayo de 2008

El diablo tiene su diccionario

Jorge Aloy
Desde 1881 y por más de veinte años, Ambrose Bierce publicó en diarios de E.E.U.U. lo que en 1906, en formato de libro pasó a llamarse El vocabulario del cínico. En 1911, el autor consideró que existían demasiados libros estúpidos y necios con la palabra “cínico” en sus títulos, y optó por rebautizarlo Diccionario del diablo. Por supuesto, los términos que ahí encontramos están definidos por el uso corriente que de ellos hace el aludido cínico. Por ejemplo: “Mano, s. Instrumento singular que se usa al extremo de un brazo humano, y que por lo general se encuentra metida en un bolsillo ajeno.” Y “Egoísta, s. Persona de mal gusto, que se interesa más en sí mismo que en mí”.
Sus cuentos hicieron escuela, incluso en nuestro país. Ni Quiroga, ni Borges ni Cortázar lo olvidaron. Perdurarán en la memoria “El puente sobre el río del Búho” (o “El ahorcado”, según la edición), “Aceite de perro” y “Mi crimen favorito”. Sus libros fueron traducidos por Rodolfo Walsh, quien no dejó escapar el alma de ninguna palabra. Recordemos otra: “Aborígenes, s. Seres de escaso mérito que entorpecen el suelo de un país recién descubierto. Pronto dejan de entorpecer; entonces, fertilizan.”
Bierce imprimió a toda su obra un rasgo imperecedero y llegó a ser comparado con Edgar Allan Poe. Fue el menor de nueve o trece hermanos (las biografías no se ponen de acuerdo), quienes, en su totalidad, llevaban nombres que comenzaban con la letra “A” (un berretín paterno). A los 17 años tuvo una aventura amorosa con una viuda de más de 60, y sus padres afanosos por separarlo, lo envían al Instituto Militar de Kentucky. Realizó instrucción y participó en la guerra de Secesión hasta 1865, momento en el que sufrió una herida en la cabeza.
Posteriormente, sus circunstancias familiares no dejan de ser interesantes: una hermana, misionera en África, es devorada por los caníbales. Un hijo muere en una pelea callejera y otro por una sobredosis de cocaína. En ese contexto descubre que su mujer le es infiel y se divorcian.
En 1913, a los 71 años, toma la decisión de viajar a México para conocer a Pancho Villa y unirse a la revolución. En una de sus cartas, escribió como se veía a sí mismo en México: “Ser un gringo en México; eso es eutanasia”.
Ambrose Bierce nació en Ohio el 24 de junio de 1842 y, para completar el mito, no se sabe cuando murió. Las cartas perdieron asiduidad y nunca más se supo de él.
Lo último: “Bigamia, s. Mal gusto que la sabiduría del futuro castigará con la trigamia”.

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