sábado, 21 de febrero de 2009

Apéndice VII del Diccionario del diablo de Ambrose Bierce

Momia, s. Egipcio antiguo, usado antaño como remedio en todas las naciones civilizadas y que ahora provee al arte de un excelente pigmento. También resulta cómoda en los museos para satisfacer la vulgar curiosidad que distingue al hombre de los animales inferiores.

Monarca, s. Persona que se ocupa de reinar. Antiguamente el monarca era el único amo, como lo indica la etimología de la palabra y como aprendieron, a costa de sí mismos, muchos súbditos. En Rusia y Oriente el Monarca retiene todavía una considerable influencia en los asuntos públicos y en el destino final de las cabezas humanas, pero en Europa Occidental la administración pública corre por cuenta de los ministros, mientras el monarca reflexiona sobre el destino de su propia cabeza.

Mono, s. Animal arbóreo que se instala en los árboles genealógicos.

Monosilábico, adj. Dícese del idioma compuesto de palabras de una sola sílaba, para uso de bebes literarios que nunca se cansan de expresar, mediante un adecuado gugu, el placer que les causa ese alimento insípido. Las palabras monosilábicas son por lo común sajonas, es decir el idioma de un pueblo bárbaro, desprovisto de ideas que sólo puede experimentar sentimientos y emociones elementales.

Murmurar, v. t. Decir cómo encuentra uno a otro cuando el otro no puede encontrarlo a uno.

Newtoniano, adj. Perteneciente a la filosofía del universo inventada por Newton, quien descubrió que una manzana siempre termina por caer al suelo, aunque no pudo explicar por qué. Sus sucesores y discípulos han progresado tanto que son capaces de decir cuándo.

Nihilista, s. Ruso que niega la existencia de todo, menos de Tolstoi. El jefe de esta escuela es Tolstoi.

Niñez, s. Período de la vida humana intermedio entre la idiotez de la primera infancia y la locura de la juventud, a dos pasos del pecado de la adultez, y a tres del remordimiento de la ancianidad.

Nirvana, s. En la religión budista, estado de aniquilamiento agradable, otorgado a los sabios, particularmente a los que son lo bastante sabios para comprenderlo.

Occidente, s. Parte del mundo situada al oeste (o al este) de Oriente. Está habitada principalmente por Cristianos, poderosa subtribu de los Hipócritas, cuyas principales industrias son el asesinato y la estafa, que disfrazan con los nombres de "guerra" y "comercio". Esas son también las principales industrias de Oriente.

Océano, s. Extensión acuática que ocupa dos tercios del mundo hecho para el hombre, que casualmente carece de branquias.

Olímpico, adj. Relativo a una montaña de Tesalia, antaño habitada por los dioses, y ahora depósito de diarios amarillos, botellas de cerveza y destripadas latas de sardinas que atestiguan la presencia del turista y de su apetito.

2 comentarios:

  1. De esta selección me quedo con "Océano" y "Olímpico", pero guarda l'hilo Ambrose: no te metas con Sir Isaac Newton, que sería lo que fuera, pero que lo explicó al asunto ese, lo explicó. ¡Y cómo!
    Un ladrido afectuoso.
    Fernando

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  2. Anónimo17:54

    Creo que necesariamente tengo que tener ese libro, es definitivamente muy bueno!!!

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