miércoles, 15 de octubre de 2008

Apéndice III del Diccionario del diablo de Ambrose Bierce

El perro sigue mordiendo el diccionario de Bierce y elige unos cuantos huesos jugosos para degustar.

Ganso, s. Ave que suministra plumas para escribir que, gracias a un proceso oculto de la naturaleza, están impregnadas, en distinta medida, de la energía intelectual y el carácter del ganso, de suerte que al ser entintadas y deslizadas mecánicamente sobre un papel por una persona llamada "autor", resulta una transcripción bastante exacta de los pensamientos y sentimientos del ave. Las diferencias entre un ganso y otro, tal como se manifiestan a través de este ingenioso método, son considerables. Muchos gansos sólo poseen facultades triviales e insignificantes, pero otros son, en realidad, grandes gansos.

Genealogía, s. Estudio de nuestra filiación hasta llegar a un antepasado que no tuvo interés en averiguar la suya.

Glotón, s. Persona que escapa a los riesgos de la moderación incurriendo en dispepsia.

Hipogrifo, s. Animal, ahora extinguido, que era mitad caballo y mitad grifo. El grifo en sí era un animal compuesto, mitad león y mitad águila. El hipogrifo, pues, sólo era un cuarto de águila, o sea dos dólares con cincuenta céntimos en oro. El estudio de la zoología está lleno de sorpresas.

Hipócrita, s. El que profesando virtudes que no respeta se asegura la ventaja de parecer lo que desprecia.

Historia, s. Relato casi siempre falso de hechos casi siempre nimios producidos por gobernantes casi siempre pillos o por militares casi siempre necios.

Homicidio, s. Muerte de un ser humano por otro ser humano.
Hay cuatro clases de homicidio: felón, excusable, justificable y encomiable, aunque al muerto no le importa mucho si lo han incluido en una o en otra; la distinción es para uso de abogados.

Humildad, s. Paciencia inusitada para planear una venganza que valga la pena.

Ignorante, s. Persona desprovista de ciertos conocimientos que usted posee, y sabedora de otras cosas que usted ignora.

Indultar, v. t. Remitir una pena y devolver al acusado a una vida criminal. Agregar a la fascinación del crimen la tentación de la ingratitud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios a este artículo: