martes, 12 de agosto de 2008

Bocetos al azar

Jorge Aloy

En el lejanísimo año 1760 nació en Edo (en este entonces Tokio) el pintor y grabador Hokusai. Fue un artista extravagante que utilizó más de 50 nombres para firmar sus pinturas. En la década de 1830 publicó Treinta y seis vistas del monte Fuji, obra que dio un toque de atención al gusto japonés, ya que aún las pinturas de paisajes no eran reconocidas. A ella se agregó en 1832 Viaje a las cataratas de todas las provincias, luego su popularidad ya no se detendría.
Hokusai obtuvo reconocimiento a fuerza de trabajo. Madrugaba y pintada hasta muy tarde, incluso dio clases a los sectores menos acomodados de la sociedad, en franca búsqueda de difundir su arte. Estos alumnos recopilaron sus bocetos y los publicaron en quince volúmenes, el primero en 1812 y el último recién en 1878. Se caracterizaron por ser dibujos de figuras humanas, animales, barcos, fantasmas, tormentas. Y acuñaron un nombre que perdura hasta nuestros días y por el cual se conoce al dibujo japonés: Manga (bocetos al azar).
Hokusai mantuvo una existencia de permanentes mudanzas: vivió en noventa y tres viviendas. Este hecho pudo influir en su carácter pero no en sus ganas de vivir: pintó hasta el último día de su existencia, en 1849, cuando contaba con 89 años.
Lo último: a la edad de 83 años envió una carta a su editor donde planteaba una hipótesis. Lamentablemente nadie la pudo comprobar. La reproducimos:

"Desde los seis años sentí el impulso de dibujar las formas de las cosas. Hacia los cincuenta, expuse una colección de dibujos, pero nada de lo ejecutado antes de los setenta me satisface. Sólo a los setenta y tres años pude intuir, siquiera aproximadamente, la verdadera forma y naturaleza de las aves, peces y plantas. Por consiguiente, a los ochenta años habré hecho grandes progresos; a los noventa habré penetrado en la esencia de todas las cosas; a los cien, habré seguramente ascendido a un estado más alto, indescriptible, y si llego a ciento diez años, todo, cada punto y cada línea, vivirá. Invito a quienes vivirán tanto como yo a verificar si cumplo estas promesas. Escrito a la edad de setenta y cinco años, por mí, antes Hokusai, ahora llamado Huakivo-Royi, el viejo enloquecido por el dibujo".

1 comentario:

  1. Me encantan tu blog amigo, es interesantisimo lo que aqui expones. Créeme que mi alma viene aqui cuando quiere salir de paseo.
    Felicitaciones.

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