domingo, 8 de junio de 2008

El último teorema



Jorge Aloy

En el siglo XVII, el francés Pierre de Fermat era juez de Toulouse. Era una época de conspiraciones políticas donde los funcionarios tenían vedada la vida social para evitar favoritismos en sus actividades. Esta restricción hizo que se relacione con otros matemáticos únicamente por correspondencia.
Fermat poseía un ejemplar de un tratado griego llamado Arithmetica de Diofanto, donde ensayaba, escribiendo en los márgenes, nuevos teoremas. Informaba, luego, a través de misivas y se negaba rotundamente a explicar las demostraciones. Descartes, por este hecho, llegó a llamarlo “fanfarrón”.
En 1637, estudiando el teorema de Pitágoras, Fermat aplicó una variante en la ecuación. La dificultad que entrañaba este cambio se ve expresada en el sarcástico comentario que hizo en el borde del libro: “Tengo una demostración verdaderamente maravillosa de esta proposición pero este margen es muy angosto para contenerla”.
Nadie podía imaginar que esta broma iba a mantener en vilo a los matemáticos durante más de tres siglos. Incluso, en el testamento de un industrial y aficionado a los números llamado Wolfskehl, se destina cien mil marcos para la primera persona que demuestre el gran teorema de Fermat. El concurso tiene una vigencia de 99 años: a partir del 27 de junio de 1908 hasta el lejanísimo 13 de septiembre de 2007.
En 1963, el inglés Andrew Wiles contaba con 10 años cuando en una biblioteca pública se cruzó azarosamente con el famoso teorema de Fermat. La curiosidad lo llevó a investigar el asunto, debiendo asimilar más conceptos matemáticos que cualquier niño de su edad. En 1986 durante una charla con un amigo descubrió un dato fundamental para encarar el estudio infaliblemente. A partir de ese momento le iba a dar dedicación exclusiva al teorema, cosa que le llevó 7 años de encierro y trabajo en secreto.
En el Instituto Isaac Newton, el 23 de junio de 1993, Wiles dio una conferencia donde sorpresivamente cubrió el pizarrón de fórmulas, demostrando ante 200 expertos matemáticos el último teorema de Fermat. Al día siguiente fue tapa de los diarios de todo el mundo. El premio Wolfskehl exigió la revisión de la demostración. Los huecos hallados le llevaron a Wiles más de dos años repararlos. Finalmente el 27 de junio de 1997, recibió el equivalente a 50.000 dólares por la investigación. El descubrimiento se hacía oficial.
Lo último: En 1993, posteriormente a la conferencia, una marca de ropa ofreció a Wiles promocionar sus últimos modelos, y la revista People lo eligió personaje del año junto a, entre otros, Lady Di.

2 comentarios:

  1. Anónimo1:20

    Muy linda la historia y bellamente contada. Supongo que la demostración debe ser complicada, así que no me meteré en esas profundidades, pero si hay alguna página con una versión entendible te agradeceré la pongas como comentario.
    Gracias y sigue muy interesante el blog.
    Fernando Terreno

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  2. Anónimo14:09

    Felicitaciones por la iniciativa de este Blog, Compañero oyente. Son sus cuestiones un poco elevadas para mi escasa dotación, pero vislumbro que está bueno lo suyo. Adelante!
    Marcelo Perenchio

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