domingo, 1 de noviembre de 2009

Descatalogados (IV)

¿Quién se olvidó de la poesía?

Jorge Aloy


La Margarita

Mauricio Rosencof

Ed. Colihue

1994

80 Páginas




En La margarita veinticinco sonetos encadenan una historia simple y fascinante donde el yo lírico va construyendo, con paciencia de araña, el amor ideal. Sin necesidad de recurrir a metáforas gastadas o imágenes sublimes, Mauricio Rosencof (Uruguay 1933), nos sitúa en el lugar donde todo es posible: el barrio. En este caso es un barrio que sólo podemos encontrar hoy en los recuerdos. De este modo, la evocación se transforma en un recurso creador que va desde el nacimiento de los poemas hasta la mismísima lectura.
Rosencof, dramaturgo, poeta y novelista, compuso esta obra en un calabozo situado bajo tierra. La dictadura uruguaya lo mantuvo detenido entre 1972 y 1985 en condiciones ilegales e infrahumanas. Así y todo, no lo pudieron destruir ni psicológica ni físicamente.
Rosencof estaba incomunicado. El contacto con el mundo era a través del guardia cárcel, un hombre que no sabía leer y escribir. Ese simple hecho generó un pacto. El guardia necesitaba escribirle unas cartas de amor a una mujer y no encontró mejor opción que pedirle a Mauricio Rosencof que lo haga. Por supuesto que no se negó, pero a cambio le pidió que le dejara prestada la lapicera.
Rosencof ya había urdido en su mente a La Margarita. En setenta y dos horas escribió los sonetos en papel para cigarrillos que luego envolvió en pedazos de nylon y colocó en los dobladill
os de la ropa. Dice Rosencof: “Cada treinta días se la podía mandar a la vieja para que me la lavara. Así salió La Margarita, que con el tiempo musicalizó Jaime Ross”.
En los sonetos no hay odio, no hay rencor. Es sólo una idea unitaria que se desarrolla progresivamente mientras recorre los versos. El amor, el barrio, la amistad, la visión inocente de los jóvenes son los tópicos frecuentes en estas evocaciones.
Como si fuera poco, la musicalización de Jaime Ross, altamente recomendable, le da amplitud a la estética de Mauricio Rosencof. En una palabra, aquí hay todo para leer, todo para escuchar.

4 comentarios:

  1. Anónimo20:47

    Será que los milicos uruguayos no notaron que ponian bajo tierra un abono tan rico que resultó en que aflorase LA MARGARITA.
    ¡Qué gran homenaje a la resistencia en las condiciones mas adversas, mas oscuras!... Y ahí reside también la derrota de la dictadura.

    Saludos Jorge!

    Dany

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  2. Conocí la obra por el disco de Roos, y paseando por Montevideo ví varias veces el libro. Y no lo compré. ¿Podés creer? ¡No lo compré!

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  3. No he leido su obra, pero creo que ha sido autor, por un lado, y por el otro, el protagonista de una bellísima historia en que la literatura puede salvarnos de la muerte. Hizo poesía, y su propia vida fue pluma de su ficción.
    Muy interesante, Jorge, realmente, interesantísimo conocer este autor.

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  4. Anónimo22:27

    interesante comentario sobre el libro de sonetos La Margarita.

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Comentarios a este artículo: