sábado, 1 de agosto de 2009

Literatura por correo electrónico

Jorge Aloy

En algún tiempo improbable, los medios masivos informaban apoyados en la veracidad de los hechos. Posteriormente la transmisión se transformó en diversas variantes de tergiversación de la noticia a través de la mentira o la omisión. Internet, sin embargo, nunca acunó tal vaivén, ya que de inmediato se colocó a la par de cualquier medio masivo conocido. Esta adaptación inmediata convino en que anónimamente se puedan escribir textos inverosímiles sobre la cría clandestina de lechuzas, la matanza de ballenas rojas, la anorexia en el Himalaya y demás consejos y peticiones insólitas que viajan a través del e-mail, en cadenas, con el “asunto” adjetivado con “Buenísimo”. Por no mencionar los más devotos “leelo hasta el final” o “reenvialo a todos tus contactos”.
Hoy vienen al caso unos archivos que circulan con estas características y que rozan tangencialmente la literatura. Involucran a Eduardo Galeano, García Márquez y Borges.
El archivo sobre Galeano afirma que el escritor reniega de los aparatos DVD, e incluso brinda las razones del escritor, que bien pueden parecer de otro siglo. Lo insólito no es la inventiva de un texto falso, sino que el propio Galeano tenga que explicar que él sí tiene DVD.
En el caso de Márquez circula un testamento insólito donde anuncia su retiro. Apócrifo hasta el hartazgo y que conmueve a todos aquellos que jamás leyeron, siquiera, una página de Cien años de soledad. El premio Nóbel confesó que cuando lee su testamento siente ganas de morirse de verdad.
El archivo de Borges es el que más vueltas al planeta dio. Se trata de un poema llamado “Instantes”. Alguien lo supuso autobiográfico porque el yo lírico muestra arrepentimiento por su postura ante la vida. Borges, el otro, el que nunca existió se lamenta, también, de no haber tomado más helados de los que tomó en su vida. Como todo el mundo sabe la filosofía a la crema es una especialidad borgeana.
Se cree que el texto pertenece a una escritora norteamericana, y está exenta de culpas por la difusión de un poema tan cursi: ella no lo pidió.
Eso si, le adjudicamos a Internet un logro: consiguió que muchas personas se floreen con un poema de Borges y se lamenten por el retiro de García Márquez, a pesar de no saber nada de su actividad literaria.
Lo último: Debemos reconocer que Borges, el escritor más hermético entre los tres mencionados, ingresó en un público insospechado. Eso sí, un Borges falso, tal vez como él hubiera escrito.

6 comentarios:

  1. Anónimo9:43

    ¡Buenisimo, Jorge! Quizá las actividades de la web se parezcan a esos laberintos infinitos en los que Georgie decía perderse!Un gusto leer tu blog. Cariños.Irene

    ResponderEliminar
  2. Jorge:
    En cuanto a tu tocayo, don JLB, me parece que el hombre, que si en algo era especialmente erudito, lo era en el arte del la promoción, del suspenso sobre el próximo libro a salir al mercado y del autobombo (opinión estrictamente personal); ya accedía con anterioridad a un "público insospechado".
    Recuerdo sus presentaciones donde hacía de figuretti en Grandes Valores del Tango y en un programa dominguero de preguntas truchas para estudiantes, que de premio daba el viaje de "estudios" de quinto año.

    En cuanto al concepto que tiene el artículo, totalmente de acuerdo. Hay que tomar con pinzas y revisar todo lo que está allí. No todo, pero una buena cantidad es más falso que el diario Clarinete y el ancho de copas.

    Un abrazo
    Fernando

    ResponderEliminar
  3. Es que la circulación impune de giladas por internet tiene precisamente eso: giladas. Se debe tener el buen tino de separar la paja del trigo y aprovechar la buena información, que la hay, o la posibilidad de escribir a los amigo y que la carta llegue rápido.
    Vale la pena encontrarse con el Perro o la Pulpera, sin ir más lejos, de ver películas, de acceder a revistas electrónicas de gran calidad. E incluso, derecho constitucional en nuestro país, publicar nuestras ideas sin censura previa, al menos por ahora.
    Después, claro habrá que soportar propaganda, mentiras, inconsistencias en los argumentos, hackers, virus y demás.
    Eso sí, tal vez estos pecados apócrifos que mencionas tal vez deberán figurar en una próxima Historia Universal de la Infamia.

    ResponderEliminar
  4. Interesante. Cuánto hay de bueno y cuánto de basura circulando por internet. Me quedo pensando, Jorge...como siempre!
    Un gusto estar por aquí.

    ResponderEliminar
  5. pepelui10:27

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  6. Y la lista de infamias sigue: he visto un archivo con las supuestas enseñanzas de Aristóteles. Allí se hablaba de dios, el amor y las cosas esenciales de la vida (pero en este caso esencia como adjetivo, no como sustantivo ¡tan querido a su sistema de pensamiento!).
    El estagirita más que un filósofo de tendencia realista se había convertido en un sabio hippoide new age posmodernoso, más platónico que nunca. Cosas de la Web…

    ResponderEliminar

Comentarios a este artículo: